“Así no es como deben ser las cosas; así no es como debemos vivir todos”
Paul Cudenec (1963-) es un escritor anarquista contemporáneo que se sitúa en la tradición radical orgánica.
En 2020 se dio a conocer por su crítica abierta al totalitarismo que se está imponiendo a nivel mundial debido a la crisis por el Covid.
El 25 de marzo declaró en su blog: “Debería ser obvio para cualquier persona con medio cerebro que no nos encontramos ante una epidemia global mortal que amenaza con acabar a millones y millones de nuestros congéneres”. (1)
Cudenec continuó en otros artículos condenando a otros anarquistas por “enfadarse conmigo por creer en la libertad” (2) y advirtiendo que “existen hoy algunos problemas fundamentales en el corazón mismo del movimiento anarquista”. (3)
En un artículo de julio se quejó de “la contaminación del pensamiento de izquierda con ideas liberales” añadiendo: “El liberalismo es, obviamente, la filosofía del capitalismo. El liberalismo económico fue, como hemos observado, un pilar fundamental del fascismo histórico”. (4)
También escribió dos artículos de gran difusión en los que denunciaba la “Cuarta Represión Industrial” (5) y analizaba con gran detalle a “Klaus Schwab y su gran resurgimiento fascista”. (6)
A finales de año sostuvo que los acontecimientos de 2020 habían demostrado la necesidad de dar “una dirección diferente a la civilización”.
Escribió: “Tenemos que redescubrir lo que es ser verdaderamente humano, apreciar el valor por encima del precio, la pertenencia comunitaria sobre el interés personal, el honor por encima de la riqueza”. (7)
El pensamiento de Cudenec ha recibido gran influencia de Gustav Landauer, Peter Kropotkin y Herbert Read, citando también con frecuencia a René Guénon.
En una entrevista de 2013 dijo que se inspira en una especie de anarquismo primigenio, un “ur-anarquismo” que sustenta la filosofía política contemporánea. (8)
En un ensayo de 2015 titulado “El capitalismo se construye sobre la violencia y la mentira”, Cudenec describió la red de estructuras que han sido construidas para justificar y perpetuar el sistema capitalista: “El capitalismo se esconde detrás de un Estado, que impone físicamente el sistema capitalista al pueblo. El Estado se esconde detrás de la idea de “legalidad”, habiendo creado un sistema legal que declara que el Estado es legal”. (9)
Este anarquismo de regreso a lo fundamental se combina con una profunda crítica verde al industrialismo inspirada en John Zerzan y Derrick Jensen entre otros.
Cudenec cree que el industrialismo es una simple extensión del capitalismo y es incompatible con una sociedad anarquista libre.
Subraya de manera constante que los seres humanos forman parte de la naturaleza y sigue a Kropotkin al considerar que la estructura orgánica de la vida, incluidos el pensamiento y la cultura, es el suelo desde donde crecería una posible sociedad anarquista futura.
Los individuos pertenecen a organismos sociales llamados comunidades. Todas las comunidades conforman la especie humana que a su vez es parte del organismo planetario. Y todo está contenido en el universo que según Cudenec trasciende la ilusión subjetiva del tiempo.
Él explica en su colección de ensayos de 2016, Naturaleza, Esencia y Anarquía: “De manera metafórica, el universo desciende en nosotros para actuar a través de nosotros y de nuestro ser.”
“Desciende en cuanto a que pasa de un nivel abstracto a uno físico, lo que con frecuencia se describe como el paso de un nivel ‘superior’ a uno ‘inferior’ pero sin ningún sentido de inferioridad o superioridad ya que estamos considerando diferentes modos-de-ser de una misma entidad.”
“La subjetividad necesaria con que conducimos nuestras vidas es también la subjetividad necesaria con la que el universo toma forma real y se hace presente y activo en su propia autoformación.”
“Así, de cierta manera, estamos doblemente presentes en nuestra propia experiencia subjetiva. En primer lugar, estamos allí como seres llevando nuestra propia vida individual. En segundo lugar, estamos allí como manifestaciones del Universo, del que somos parte viva y activa.”
“No hay contradicción entre estas dos formas de presencia – son dos aspectos de la misma realidad, dos caras de la misma moneda”. (10)
La espiritualidad de Cudenec no tiene nada de pasiva. Para él, el individuo como parte de un todo superior, tiene la inmensa responsabilidad de actuar en nombre de ese todo.
El título de su ensayo de 2010 “Anticuerpos: Vida, muerte y resistencia en la psique del superorganismo”, hacía referencia a que el organismo planetario puede defenderse mejor del capitalismo industrial con seres humanos activos y conscientes.
Cudenec escribió: “La naturaleza nos da libertad personal e individualidad para tener la opción de elegir si deseamos continuar con el statu quo, aceptar la dirección que está tomando nuestra especie o superorganismo planetario o intentar cambiarlo. Nosotros como seres humanos podemos actuar como las antenas que detectan el peligro, los mecanismos de control que evitan el desastre para el conjunto”. (11)
En su libro de 2013 “The Anarchist Revelation: Being What We’re Meant To Be”, explica que los individuos deben estar dispuestos a llevar a cabo la tarea revolucionaria superando su estrecho interés personal por medio de una alquimia interna.
En un pasaje que resume su argumento escribió: “La revelación anarquista nos muestra que las cosas no deben ser así; no es así como tenemos que vivir y nos inspira a poner las cosas en su sitio.
Nos inspira a volar libres por encima de las barreras levantadas a nuestro alrededor cabalgando los vientos de la pasión y el anhelo humanos. Nos inspira a ver que el Estado es un destructor de la vida, no algo necesario para vivir y a derribar todo el castillo de naipes de autoridad y control impuestos.
Nos inspira a recurrir a la energía que fluye a través de nosotros, a encontrar nuestro dharma y a guiarnos por las ‘instrucciones originales’ y las leyes naturales de una sociedad orgánica autónoma.
Nos inspira a conectarnos nuevamente al inconsciente colectivo, al corazón de la naturaleza y a reconocer que si no evitamos que la civilización asesine al planeta, nada más importa”. (12)
Cudenec sintetiza los distintos elementos de su pensamiento y los presenta como un todo coherente. Al hacerlo afirma no estar inventando una nueva ideología sino redescubriendo el antiguo ur-anarquismo que lo inspiró en un principio.
Zerzan describió “The Anarchist Revelation” diciendo: “No recuerdo haber leído un libro menos pesimista que este” (13) y es la creencia en que un posible cambio revolucionario es parte esencial de la filosofía de Cudenec.
Cudenec afirmó en una entrevista en 2013: “El anarquismo es la etiqueta política que le damos a un inmenso río subterráneo de pensamiento reprimido que circula bajo las calles de nuestra civilización capitalista y materialista, esperando levantarse y arrastrar sus fábricas, prisiones y ayuntamientos. En definitiva, es la propia fuerza vital y como tal es incontenible”. (14)
Otros libros de Cudenec son “Forms of Freedom” (2015) y “The Green One” (2017).