• – Cherán Keri está aplicando su derecho constitucional a la autodeterminación –

A unos 100 kilómetros de la capital Morelia en el estado de Michoacán en la meseta P’urhépecha, hace casi 11 años el pueblo de Cherán se sublevó contra el estado mexicano y expulsó a los partidos políticos. En su plaza central, en donde la bandera mexicana ondea en casi todos los pueblos de México, se ubica en su lugar, la bandera de los pueblos p’urhépechas con la leyenda: Juchari Uinapekua, que se podría traducir como “Nuestra Fuerza”.

(Bandera de los Pueblos P’urh[epechas hondeando en la plaza principal de Cheran)

Esta población originaria cuanta con 20,800 hectáreas de territorio, a partir del 2008 los talamontes comenzaron a deforestar los bosques de la comunidad. Camiones llenos de troncos y hombres armados no paraban salir del bosque y transitar sus calles causándoles terror.  Los pobladores aseguran que al menos 8,000 hectáreas fueron devastadas para la venta ilegal de madera y posteriormente el cambio de uso de suelo y convertirlos en tierra de cultivo de aguacate. La cual fue la principal amenaza que los habitantes y comuneros de Cherán tuvieron que afrontar y aguantar por años.

Fueron Mujeres las Líderes del Levantamiento

La señora Josefina Estrada Velázquez, quien solamente se desempeñaba como ama de casa antes del levantamiento el 15 de abril de 2011 y formó parte del primer Consejo Mayor, cuenta que desde entonces se habían percatado que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue el que incentiva las políticas de explotación de los bosques y que por ende era necesario expulsar a los partidos políticos que sólo velaban por sus intereses.

(Joséfina Estrada Velázquez parte del Consejo Mayor)

Ella explicó que el PRI tenía compromisos políticos con los “Malos”, como la comunidad llama a los talamontes y miembros del narco tráfico que aterrorizaban a la comunidad, ya que les brindaban protección desde el gobierno.

“El PRI les había prometido bosque para que ellos (el PRI) pudiera entrar a gobernar. Por miedo a los malos y sus amenazas ya nadie iba al cerro porque después ya no regresaban.”

La situación de terror no cesaba y tampoco los talamontes. Pero la situación cambió cuando los “Malos” comenzaron a radicalizarse en contra de la comunidad.

“Primero fue el bosque, después el ganado y después la mujeres. Luego la “Plaza” (cobro de piso por extorciones). Antes entraban al pueblo armado, nosotros no podíamos hacer nada.” Explicó Josefina.

Pero todo cambió cuando comenzaron a explotar el ojo de agua que abastecía a la comunidad.  Josefina aseguró que esto detonó una reacción en cadena de los habitantes de Cherán para defender el pueblo ya que el legado sus ancestro purépechas había sido el cuidado del bosque, pues sin él el agua que llega a la comunidad se agotaría.

La mañana del 15 de abril del 2011 las campanas de comenzaron a sonar a las 7 e la mañana para congregar a la gente. Es importante recalcar que esta reacción repentina no fue organizada, aunque la resistencia de la comunidad ya llevaba varios años, y fueron las mujeres y los jóvenes quienes la comenzaron. La mayoría de los hombres se encontraban en los campos trabajando o algunos más habían migrado a los Estados Unidos para encontrar trabajos y ayudar económicamente a su familias en Charán.

“Cuando sonamos las campanas, comenzaron a llegar las mujeres y los jóvenes, no sé de donde salieron tantos en ese momento. Atacamos por sorpresa, ese día nos enfrentamos a esa gente. En ese rato no me dio miedo y estaba decidida a lo que pasara.” Dijo la señora Josefina.

Armados solo con piedras, palos, cohetes caseros y bombas molotov los jóvenes y las mujeres lograron detener a 5 de los traficantes de madera. Los retuvieron como primera acción, pero al paso de las horas gente armada entró al pueblo disparando con el objetivo de rescatar a los retenidos.

“Entraron tirando balazos. El mismo presidente municipal fue con ellos, con la gente Mala y pues gracias a dios los jóvenes salieron a defendernos con piedras, palos y botellas con gasolina. Ahí fue cuando hablamos a Zamora para hablarle al ejército y nos dijeron que no, que necesitábamos un documento firmado por el presidente municipal para que ellos pudieran entrar. Después hablamos a Morelia y nos dieron lo mismo.”

El momento más álgido del enfrentamiento fue durante el intento de rescate de los detenidos, la comunidad no tuvo de otra más que utilizar “cuetones”, aquellos que son utilizados en las fiestas patronales del pueblo. Con piedras, palos y cuatones lograron resistir y aunque hubo muertos en ambos lados, las mujeres, los jóvenes y los hombres del pueblo se impusieron.

“Me dijeron Chepa, ya nos dieron a uno, pero estos (la comunidad) se fregaron a uno. Eses cuete fue la salvación de nosotros, Ahí fue cuando le dieron a uno de ellos cuando venían a rescatar a los que teníamos detenidos”.

La Organización Posterior

Después del levantamiento y la expulsión de los talamontes y los Malos el pueblo logró organizarse gracias a un sistema comunitario que sus abuelos llevabaron acabo hace mucho tiempo, la misma que utilizan hoy para las fiestas patronales y trabajo en común para el beneficio de la comunidad. Son 4 barrios que desde hace cientos de años forman el pueblo y estos mismos formaron un Consejo para las consecuentes tomas de decisiones.

Pedro Chávez Sánchez Consejero Presidente en el periodo 2015-2018 de Consejo Mayor del gobierno Comunal de Cherán Keri, explicó que una vez expulsados los talamontes y el levantamiento no hubo respuesta o propuestas de solución por parte del estado o a federación y decidieron buscar una alternativa más que mirar atrás en el pasado.

(Pedro Chávez)

“No nos quedó otra alternativa que regresar a nuestras raíces, guiarnos a través de nuestra cosmovisión, rediseñar un modo de vida que ya teníamos y que había que fortalecerlo. Por lo que dijimos: “No más partidos políticos, no más policía y no más un ayuntamiento convencional”

Los cuatro barrios cuentan con las llamadas “fogatas” una en cada calle, desde aquí se organizan los vecinos para tener injerencia en el Consejo Comunal y los cargos se rotan para que toda la población participe. Es muy común que amas de casa ostenten importantes puestos en el Consejo Mayor.

Las Fogatas, durante la sublevación, se crearon como puntos de vigilancia en los barrios y entre vecinos. Consecutivamente se convirtieron en espacios de organización ciudadana y representación democrática y horizontal en el Consejo Mayor del pueblo que está formado por 12 consejeros que de las Fogatas. Se prohibieron también los actos de campaña y proselitismo político al estilo partidista del estado mexicano.

La policía fue sustituida por una “Ronda Comunitaria” de alrededor de 40 personas de la comunidad que reguardas los 3 puntos de acceso y a ciudad en rondas establecidas para su presencia las 24 horas del día. La autoridad máxima y la toma de decisiones recaen en las Asambleas de los Barrios y la Asamblea General.

(Punto de revisión en una de las entradas a Cherán)

Consecuentemente Cherán comenzó a buscar legitimidad valiéndose principalmente del artículo 2do de la constitución mexicana y la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió a favor de la comunidad una controversia constitucional que les permitió regirse bajo un sistema de usos y costumbres.

Pedro Chavéz aseguró que solo aplicaron sus derechos constitucionales y los aplicaron en su vida diaria.

“Tenemos el derecho constitucional a la libre determinación a decidir cómo organizarnos política, cultural, educativa y sobre todo en la defensa de nuestro territorio, no estamos fuera de la ley ni del marco constitucional (…) ganamos la controversia (constitucional) y demandamos al sistema legislativo y ejecutivo estatal por no echar a andar estas legislaciones que tienen dos décadas en nuestra nación”.

En 2012 la expulsión de los partidos políticos de Cherán los llevó a no participar en las elecciones federales de ese año. Los habitantes hablan de la división que sufría su comunidad por los conflictos de interés de los6 partidos que existían en el pueblo, pero que con la nueva de forma comunal se evitan desde entonces.

Pedro Chávez y la comunidad en general sienten por sus venas la responsabilidad heredada en el cuidado de la naturaleza. Los habitantes de la ciudad reconocen su importancia en la defensa de los bosques por su intrínseca relación con la madre tierra siendo parte de un pueblo nativo.

Detrás de la deforestación y la venta ilegal de este recurso natural, se encuentra la millonaria industria del aguacate. Las ganancias que deja esta industria son  suficiente razón para que los talamontes devasten miles de hectáreas para su consecuente sustitución por plantíos de aguacate.

“De manera implícita nuestro movimiento es un movimiento anti-sistémico porque finalmente nos oponemos al camino que nos lleva el neoliberalismo (…) Es fácil leer la lógica que tienen los Malos para apropiarse de nuestros territorios. Talan y queman todo para que la gente diga que no hay complicaciones para legalmente hacer el cambio de uso de suelo, así se apropian de nuestras tierras  para que al rato nos convirtamos en sus esclavos o solo mano de obra barata para ellos”.

La Defensa por la Tierra y la Vida

El proyecto de vida de Cherán tiene 3 ejes principales según refiere Pedro Chávez; combatir la inseguridad, la justicia y la defensa del territorio. Siendo esta última la base de todo su movimiento, porque la defensa de la tierra, la vida y la madre tierra ha sido heredada por sus antepasados, hecho que los llevó a sublevarse y ser categorizados como rebeldes  desde los medios de comunicación tradicionales de dicho año.

Cherán tiene guardabosques municipales y con un proyecto de reforestación y como comunidad han decidido preservar sus bosques para solo utilizar la resina de ellos para comercializar lo y obtener ingresos que le an empleo a algunos habitantes y mantienen una constante en reforestación de los bosques.

La decisión no fue fácil debido a las enormes ganancias que la industria del aguacate deja, pero a costos muy altos de violencia y terror desencadenado por los grupos del crimen organizado, las compañías transnacionales y los gobiernos corruptos de Michiacán.

El Sr. David miembro del Consejo de los Bienes Comunales, nos llevó a un día de guardia en el bosque hasta los límites de Cherán con Zacapu en “La Nevería”. Allí se puede apreciar una frontera delimitada por bosque y plantíos de aguacate que  simbólicamente nos muestra una franja ideológica en formas organizativas.

(Cerro que colinda con Cherán y que está siendo deforestado para crecer aguacate)

“Aquí le decimos el oro verde, pero lo que trae es violencia para las comunidades aparte de eso, destruyen el ecosistema y la naturaleza. La planta del aguacate absorbe mucha y no es bien visto entre los comuneros de Cherán.

(David del Consejo de Bienes Comunes)

David nos dio que de las 16 mil hectáreas de bosque natural que el crimen organizado (gobierno y talamontes) alcanzó a talar casi la mitad y hasta hoy han reforestado el 80 % de esas 8 mil hectáreas deforestadas.

“Estamos retomando y rescatando lo que nuestros antepasados nos enseñaron, cuidar nuestros recursos naturales. No permitir que otras personas ajenas a nuestro territorio, principalmente las transnacionales y las empresas que lo único que hacen es saquear nuestros recursos naturales. Lo único que hacemos es llevarlo a la práctica, no tenemos discursos bonitos. Nosotros somos guardianes de la naturaleza de Cherán.” Destacó.

(Tierras reforestdas justo a un costado de las tierras de cultivo)

La comunidad supo decidir entre el sistema capitalista extractivita respaldado por el estado mexicano, el cual los había aterrorizado por 3 años antes de su sublevación a través de la conservación de la vida. Las ganancias millonarias de la industria aguacatera son tentativas pero el binomio Comunidad-Bosque que se ha generado mediante este movimiento es más fuerte.

Los comuneros prefieren recolectar  resida de pino que sirve para su venta, pero los ingresos no son significativos a comparación de  la siembra de aguacate. Lo que sí se puede destacar de esto, es que al reusarse a esta práctica neutralizan casi de manera automática la violencia que el crimen organizado, los traficantes y los gobiernos locales corrupto atraen a las comunidades indígenas y sus territorios.

(Parte de la guardia comunitaria; aquí se encontró a un comunero que había talado un pino. Se le requirió los permisos que la comunidad entrega)

“Es una invitación del pueblo de Cherán Keri; cuidemos lo que tenemos y sobre todo los territorios de los pueblos originarios porque creo que somos el futuro del mundo porque estamos muy conectados con la tierra”.

Además de la protección y reforestación de sus bosques, Cherán Keri tiene desde hace 3 años el recolector de agua pluvial más grande de Latino América, que fue diseñado y construido por habitantes del lugar, este recolector es una olla en la cima de uno de los cerros cercanos a la comunidad tomando ventaja de la forma de cráter que tiene.

Aunque no  muy avanzados en las cuestiones del reciclaje, el Consejo Mayor y la población dividen sus residuos y basura. El servicio es diario pero los habitantes tienen que hacer su trabajo en la división de los materiales. Aún no se cuenta con una forma de utilizar los plásticos u residuos no orgánicos, pero se encuentran en vías para reforzar su lucha por la vida de distintas aristas.

(Consignas en las paredes de edificios importantes en la capital Morelia)

Hasta hoy y desde que Cherán y su comunidad tomaron control  de su destino y la expulsión de los partidos políticos, no habían tenido mayor reto que el neoliberalismo, los traficantes y el mismo estado mexicano.

Pero, con la entrada del nuevo gobierno federal de “izquierda” y su reconocimiento a Cherán como ejemplo de la autodeterminación de los pueblos, puede que la gente de Cherán baje la guardia ante el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual no ha sabido respetar ni armonizar su proyecto de nación con los pueblos originarios de nuestro país a los cuales se les tiene una deuda histórica.

Texto: Xun Vaxakib